LA CALIDAD DE LA LUZ
Para entender la calidad de la luz como cualidad, es necesario saber diferenciar entre una luz dura y una suave. A nivel de usuario y sin profundizar demasiado, allá donde encontremos una sombra muy marcada, hablaremos de luz dura. Por contra, si la sombra esta degradada, hablamos de luz suave.
Ahondando un poco más para profesionales, tal y como lo que somos, la luz (dura/suave) depende del tamaño de la fuente de luz frente al sujeto que vamos a fotografiar.
Las fuentes de luz grandes generarán luces suaves y la luz pequeña frente a un objeto más grande, proyectará una sombra dura.
Luz dura
Luz suave
Podemos convertir una luz dura en otra suave sin más que alejar la fuente del fotografiado de forma que el tamaño aumente y al contrario. De la misma forma podemos rebotar una luz en una superficie más grande que el sujeto para convertirla en suave.
Fotografiamos una persona en estudio, flash en la cámara, disparo…resultado: lamentable. La luz respecto al sujeto es pequeña, las sombras duras. Pero no siempre este resultado va a ser nefastro; dependerá del efecto que se quiera conseguir. La luz dura es dramática, con más contraste entre blancos y negros y más dinámica, maximizando el detalle.
En la primera fotografía, la luz es dura porque está muy lejos, es pequeña con respecto al sujeto y proyecta una sombra muy marcada. Seguidamente se rebota la luz en el techo que al ser más grande que el sujeto, se convierte en suave teóricamente porque una luz rebotada, no es suave sino polarizada. Se ha rebotado en esta ocasión para lograr el efecto de la segunda fotografía (luz envolvente, sombra degradada).