Guadalajara
AQUÍ SÍ HAY PLAYA: BOLARQUE
Pastrana, localidad alcarreña declarada conjunto histórico-artístico en 1966. Y en lo alto de uno de sus cerros, El Calvario, vistas panorámicas de la villa desde la ermita del Sagrado Corazón de Jesús. A las afueras, el convento de El Carmen; hoy en día convento, hotel y museo.
No lejos, a escasos 15 minutos, allí donde el Tajo se funde con el Guadiela, El Embalse de Bolarque entre las escarpadas colinas de la Sierra de Altomira.
Rodeado de naturaleza y con todo tipo de servicios, se ha convertido en la playa de Bolarque a la que acuden sin echar de menos el mar, muchos ciudadanos del interior. Buendía, Entrepeñas y Bolarque se aúnan para formar uno de los «Mares de Castilla».
LOS MAYOS CANTAN A LA MUJER.- HORCHE (GUADALAJARA)
Una preciosa villa en La Alcarria, Horche en la provincia de Guadalajara.
Un pequeño territorio de bonitos parajes como La Fuensanta en los que el agua de numerosos caños riega el pueblo; agua del viejo lavadero circular de Fuente Vieja del siglo XVI.
Columnas, zapatas, balcones y soportales protagonizan la Plaza Mayor testigo de diferentes culturas y acontecimientos históricos como la conquista cristiana del siglo XI.
Y es el 1 de mayo donde la fiesta popular de origen ancestral se hace presente, donde la tradición cuenta que los hombres cantan a las mujeres Los Mayos, esos cantos populares al soniquete de laúdes y bandurrias.
Un bonito día donde la luz del sol se rinde a las altas temperaturas que chulean a la primavera, donde no lejos de su plaza de toros una botella de vino y un bocadillo es capaz de hacer de las suyas; donde el canto de un hombre no va más allá de ser parte de la tradición porque en tanto unos se empeñan en que ellas lo canten en la misma medida, otros no olvidan que siempre fueron ellos los que entonaban.
Por Los Mayos y por el mes de mayo que «ese canto» no quede en el olvido.
Lilas para una banda: LAVANDA
Déjate marchar, conecta con tu esencia, experimenta y siéntelo; piérdete en el lila. Y es entonces cuando más perdida te sientes que es más intensa tu conexión.
Sentimientos encontrados entre la sensualidad y la espiritualidad; entre el amor y la abstinencia; entre la fuerza y la calidez, entre la nostalgia y la energía expansiva; el color, el morado, no deja de ser reflejo de lealtad, sabiduría y éxito: un color de contradicciones como contradictoria es la vida.
Y ahí estabas tú, porque aunque no nos vimos, nos sentimos; liberando el miedo, afrontando el temor, abriéndonos a una conciencia superior sanando entre campos de lavanda, sanando y respirando, envolviéndonos del aroma de lavanda.
Y en contra de lo que expresa la leyenda, ya no me pongo lavanda para curar el mordisco de tu serpiente, regalo lavanda porque tu recuerdo ya no es mi única felicidad. Fluye y brinda por ello. Brinda con lavanda.
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