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Hoy camino-NAVAFRÍA, EL CHORRO, PEDRAZA; UNA SUMA DE MOMENTOS
Muy pocas de mis rutas dan una aproximación del sitio. Las oficinas de Turismo lo harían mejor, sin duda. La mayoría de ellas son vivencias, momentos que sustentan las fotografías objeto de mi pasión.
La vida es una suma de momentos. Apenas las 9,30 de la mañana y nadie sabe que ésto va a durar solo un momento.
Un momento en Navafría, otro en la cascada de El Chorro, otro con un excelente cochinillo y otro más en Pedraza. Una suma de todos ellos que han dado de sí ese momento.
Separada Navafría de El Chorro por solo 5 kms y 5€, comienza la caminata sumido en sus pensamientos como quien afronta una dura marcha. Apenas unas pocas palabras compartidas y la habrá consumido.
Escaleras arriba de El Chorro y encuentra otra perspectiva. Surge ahí entre el frío cortante a la sombra de los pinos y el calor sofocante a la desnudez de los mismos. No hay prisa; pregunta, quiere saber; respondo, quiero expresar.
Un plátano, un escaso trago de agua y un cigarrillo no impiden la jarra de cerveza tan merecida al final de una excursión por corta que sea.
Las experiencias se suceden: intercambio de fotos, opiniones diversas, confesiones mutuas. Todo, al amparo de un cochinillo y un vino (qué más nos da su procedencia!).
Y es entonces cuando camino a Pedraza, una villa medieval confundida en la luz de las velas, comienza el primer capítulo del tema uno. Ya no hay velas, se apagaron allá por julio pero no son necesarias, brillamos con luz propia. Leer el resto de esta entrada »
Hoy camino-RUTA CIRCULAR AL EMBALSE DE NAVACERRADA 22-Abril-2018
En ocasiones esperamos que el de enfrente insista y nos mueva una vez más sin apreciar, que en tanto no movamos nosotros, poco cambio habrá.
Miedo? En ocasiones no tú, yo también tengo miedo. El deseo por comenzar un proyecto nuevo se confunde con la realidad del resultado.
El quince de abril iniciamos un proyecto dirigido a personas que se expresaban y sentían desde y con el corazón que quisieran compartir sus vivencias en entornos naturales, que quisieran caminar porque para avanzar, caminamos.
Un grupo sin responsabilidad única, ni limitada ni anónima. Con cada salida, cada uno se responsabilizaba de sí mismo como en la vida.
Muchos fueron los que se quedaron en el camino, algunos porque querían escalar cima sin haber hecho sendero, otros porque se guiaron por la mente apartando el corazón y otros porque querían un capitán de grupo para obviar su propia responsabilidad.
Fuimos ocho, cada uno con su historia pero todos con un proyecto en común: compartir el momento. Hoy somos treinta. Aquella vivencia en el embalse reflejo de uno mismo se confundió con el de enfrente igual que lo hacían la sierra, los juncos y carrizales en las aguas.
Aquella vivencia hizo que Navacerrada brillara con una luz especial. Con aquella vivencia nos acostamos seguros, con la sensación del trabajo bien hecho.
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