Déjale volar
Hoy me asomo al balcón de Madrid. Desde aquí un skyline bien definido y no sólo por sus vistas sino por sus miras.
Hoy toca un paseo visual por todas aquellas conversaciones que compartimos. A veces una simple foto; otras un refresco; quizás un proyecto y algún que otro recuerdo donde la nostalgia hizo levantar a algún muerto.
Hoy levanto la mano y aflojo la cuerda porque tú ya te vales sola. Cuántas discusiones, cuántos enfados, cuántas alegrías y cuántos lloros. Hoy separo la palma para que no sea tu obstáculo, sino tu apoyo, sólo tu apoyo.
Y desde este balcón, desde este mirador recordaré que lo que un día fue proyecto, hoy ha sido real. Para que sientas que sólo levantar tu dedo índice para mí implicará una llamada; que por estar segura lo estoy, no necesitarás.
De momento, te espero aquí; no sé por cuánto tiempo pero sé que la próxima vez nos encontraremos aquí. Nos vemos en el Picón del Cura.
20/03/2019 en 19:33
Dicen que es el País que nunca se acaba.
Me gustaría saber la historia completa y ver en qué se basaron para ponerle el nombre, seguro que debe ser bonito
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20/03/2019 en 22:25
No te entiendo Jero. Poco pero a veces, nada. 😘
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20/03/2019 en 21:52
Bonitas palabras
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20/03/2019 en 22:26
No vayas a coger el avión aún. Date un respiro.
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21/03/2019 en 22:36
Bueno, pues si hay que ir se va, desde luego que con la descripción que has hecho, cierro los ojos y ya lo veo, a veces son pocas las palabras que hacen falta, para ver lo que nos dicen, tú lo has conseguido Marisa.
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22/03/2019 en 00:56
Gracias Alejandro. La escultura tiene mucha fuerza y eso ayuda. Un rincón que lo merece, merece una visita con una charla cuanto menos interesante.
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